El proyecto de Cuentas Nacionales de Transferencias (CNT, o NTA por sus siglas en inglés) se inició en el año 2004 y se enfoca en el impacto económico que tienen los cambios estructurales del proceso de envejecimiento. Esto es, un mayor número de personas alcanzando edades más altas, en paralelo, que llevan a una mayor proporción de adultos mayores frente a los demás grupos de edades, con implicaciones en los patrones de consumo, ahorro, (des)acumulación de capital físico y transferencias entre generaciones. Al proporcionar estimaciones de ingresos, consumos y ahorros tanto en transferencias públicas como privadas por edades específicas, el CNT agrega la dimensión demográfica al Producto Interno Bruto (PIB) y otros indicadores Macroeconómicos.
Una de las características únicas del CNT es el desarrollo de una metodología unificada para el estudio de aspectos económicos generacionales con una amplia variedad de contextos culturales, sociales, políticos, económicos y demográficos, que han sido implementadas en casi 90 países. Los creadores de la metodología y coordinadores globales del proyecto son Ronald D. Lee en el Centro Económico y Demográfico del envejecimiento, la Universidad de California-Berkeley, Andrew Mason del departamento de Economía del East-West Center en la Universidad de Hawaii-Manoa.
El enfoque de género permite conocer con mayor profundidad las brechas de género en la producción económica y en las transferencias públicas para sustentar las políticas sociales y de mercado laboral que tienen profundos impactos en el sistema de seguridad social.
Generar las cuentas por género y grupos socioeconómicos permite identificar las brechas entre categorías. Esto permite identificar grupos vulnerables, así como identificar grupos demográficos que reciben más ventajas netas acumuladas que otros.
La evolución en el tiempo de las cuentas permite observar la evolución que experimenta paralelamente Colombia, tanto en el campo económico como en el demográfico. Esto ayudará a evidenciar áreas que requieren de mayor atención en esta etapa de preparación para enfrentar el inminente y cercano proceso de envejecimiento y en la búsqueda del cierre de brechas entre los grupos más vulnerables y los de mejor posición.
El déficit de ciclo de vida (LCD) es la diferencia entre el consumo y el ingreso que obtenemos por esa producción, a cada edad.
La cuenta de transferencias públicas de pensiones de entrada (TGSOAI) muestra el monto que reciben las personas en edad pensional por el sistema público de pensiones.
Las transferencias públicas en pensiones salidas muestran (TGSOAO) lo que destinan los colombianos afiliados al sistema pensional público a cada edad.
Identifica cuatro categorías según el nivel educativo máximo alcanzado por el jefe del hogar:
Los resultados para Colombia, uno de los países más inequitativos del mundo, son intuitivos.
Las brechas tienden a aumentar a medida que se avanza en las categorías socioeconómicas, sin importar cuál de las dos medidas ha sido utilizada.
Las brechas tienden a aumentar a medida que se avanza en las categorías socioeconómicas, sin importar cuál de las dos medidas ha sido utilizada.
Muestra diferencias más marcadas a través de las categorías de educación del jefe del hogar y cómo esa brecha se agranda a mayor ritmo a medida que se aumenta el alcance educativo.
La distancia entre los hogares más aventajados y menos aventajados, socioeconómicamente hablando, corresponde a 12’304.120 en las edades de 20 a 60 años
Jefes sin educación
Jefes con educación primaria
Años en déficit: 18 a 32
Jefes con educación secundaria
Años en déficit: 32 a 37
Jefes con educación terciaria
Años en déficit: 37 a 49
Se mantiene en déficit por 31 años más que el que no tiene educación y solo logra estar a ese nivel por 18 años.
El panel A muestra diferencias más marcadas a través de las categorías de educación del jefe del hogar y cómo esa brecha se agranda a mayor ritmo a medida que se aumenta el alcance educativo. Para las edades medianas de 20 a 60 años, en promedio, alcanzan un déficit de ciclo de vida de $374.000 para los jefes sin educación, $996.900 para los jefes con educación primaria, $3’170.700 para aquellos con educación secundaria y $16’523.400 para los de educación terciaria. Análogamente, los años en déficit que pueden tener los jefes de hogar se incrementa con su educación: de 18 años a 32 edad para los que tienen educación primaria completa, de 32 a 37 para secundaria completa y de 37 a 49 para quienes tienen educación superior. De tal manera, que en el pico un jefe de hogar promedio con educación terciaria logra un déficit de 5.4 veces lo que alcanza su par sin educación y, además, se mantiene en déficit por 31 años más que el que no tiene educación y solo logra estar a ese nivel por 18 años.
No sobra resaltar que también durante los años de infancia el nivel de consumo de la categoría más alta supera con creces a los de las otras categorías.
En la categoría más baja
Años en los que el ingreso supera al consumo: 19
En el siguiente cuartil
Años en los que el ingreso supera al consumo: 35
Para el tercer cuartil
Años en los que el ingreso supera al consumo: 36
Para el cuartil que representa el mayor nivel de calidad de vida.
Años en los que el ingreso supera al consumo: 45
El panel B muestra un panorama similar, pero las categorías son un poco más cercanas entre ellas. En el pico de ingresos de la edad mediana, para las edades de 20 a 60 años el déficit alcanza en promedio $339.448 en la categoría más baja, $-1’815.538 en el siguiente cuartil, $-4’235.035 para el tercer cuartil y $-11’965.672 para el cuartil que representa el mayor nivel de calidad de vida.
Así mismo, los años en los que el ingreso supera al consumo son mayores entre más alta es la categoría. Para el cuartil de los menores niveles toma 19 años, frente a 35 años de la siguiente categoría, 36 años del tercer cuartil y 45 años de la más alta.
Jefes sin educación
Jefes con educación primaria
Años en déficit: 18 a 32
Jefes con educación secundaria
Años en déficit: 32 a 37
Jefes con educación terciaria
Años en déficit: 37 a 49
Se mantiene en déficit por 31 años más que el que no tiene educación y solo logra estar a ese nivel por 18 años.
El panel A muestra diferencias más marcadas a través de las categorías de educación del jefe del hogar y cómo esa brecha se agranda a mayor ritmo a medida que se aumenta el alcance educativo. Para las edades medianas de 20 a 60 años, en promedio, alcanzan un déficit de ciclo de vida de $374.000 para los jefes sin educación, $996.900 para los jefes con educación primaria, $3’170.700 para aquellos con educación secundaria y $16’523.400 para los de educación terciaria. Análogamente, los años en déficit que pueden tener los jefes de hogar se incrementa con su educación: de 18 años a 32 edad para los que tienen educación primaria completa, de 32 a 37 para secundaria completa y de 37 a 49 para quienes tienen educación superior. De tal manera, que en el pico un jefe de hogar promedio con educación terciaria logra un déficit de 5.4 veces lo que alcanza su par sin educación y, además, se mantiene en déficit por 31 años más que el que no tiene educación y solo logra estar a ese nivel por 18 años.
No sobra resaltar que también durante los años de infancia el nivel de consumo de la categoría más alta supera con creces a los de las otras categorías.
En la categoría más baja
Años en los que el ingreso supera al consumo: 19
En el siguiente cuartil
Años en los que el ingreso supera al consumo: 35
Para el tercer cuartil
Años en los que el ingreso supera al consumo: 36
Para el cuartil que representa el mayor nivel de calidad de vida.
Años en los que el ingreso supera al consumo: 45
El panel B muestra un panorama similar, pero las categorías son un poco más cercanas entre ellas. En el pico de ingresos de la edad mediana, para las edades de 20 a 60 años el déficit alcanza en promedio $339.448 en la categoría más baja, $-1’815.538 en el siguiente cuartil, $-4’235.035 para el tercer cuartil y $-11’965.672 para el cuartil que representa el mayor nivel de calidad de vida.
Así mismo, los años en los que el ingreso supera al consumo son mayores entre más alta es la categoría. Para el cuartil de los menores niveles toma 19 años, frente a 35 años de la siguiente categoría, 36 años del tercer cuartil y 45 años de la más alta.
Muestran los niveles esperados durante las edades correspondientes a primaria y secundaria, que representan el pico de este consumo
En el pico de consumo público de educación hacia la edad 10 la razón entre los cuartiles, frente al menor nivel de bienestar es de: 0,9; 0,79 y 0,63, para los cuartiles 2, 3 y 4, respectivamente.
En el panel A se observa que en el pico de consumo de educación pública a la edad de
Sostienen los mayores consumos a todas las edades, que tienden a incrementarse un poco con la edad.
En general, este es el comportamiento esperado para las cuentas que requieren de grandes esfuerzos públicos, en inversiones en capital humano, que ayudarán a reducir las brechas entre clases socioeconómicas.
El consumo de salud pública muestra la progresividad esperada para los hogares más desaventajados, socioeconómicamente hablando, sostienen los mayores consumos a todas las edades, que tienden a incrementarse un poco con la edad.
Este es el comportamiento esperado para las cuentas que requieren de grandes esfuerzos públicos, en inversiones en capital humano, que ayudarán a reducir las brechas entre clases socioeconómicas.
Los hogares de mejores condiciones reciben el menor monto de transferencias
Los de peores condiciones las mayores, lo que propicia el cierre de brechas entre categorías
Corresponde a los ingresos que reciben los hogares desde todos los programas del sector público y siguen la forma de las transferencias en educación en las primeras edades y las pensiones en las edades de adulto mayor.
Los hogares con mayor capacidad socioeconómica los que están recibiendo los mayores montos de transferencias públicas debido a lo que perciben por pensiones (públicas) desde las edades más tempranas de pensión y la brecha se agranda rápidamente en los primeros cinco años.
Muestra mayores niveles de transferencias públicas en las edades de retiro tanto para los hogares con jefes cuya educación es terciaria e incluso secundaria, transferencias que sólo incrementan con la edad.
Muestra la tendencia regresiva de que los hogares en mejores condiciones son los que perciben los montos máximos de transferencias públicas.
Los hogares de jefes con la más alta educación, que transfieren 5 veces más que la siguiente categoría y 3,1 veces más que los de niveles menores y 1,7 veces más que los de los que no tienen ninguna educación.
Los hogares con la más alta calificación del índice transfieren 4,6 veces más que la siguiente categoría y 1,6 veces más que los de niveles menores y 1,9 veces más que los de los menores niveles del índice de bienestar.
Teniendo en cuenta esta diferencia metodológica a través de los años, la gráfica de Ingresos Laborales, que hace referencia a lo que ganan los trabajadores del país, muestra el crecimiento en los niveles de ingresos a través de los años, que refleja una mejoría en los ingresos totales a lo largo del ciclo de vida, o área bajo la curva, como mayores ingresos en las edades pico. Debido a que el grueso de los ingresos están dados por los ingresos de los empleados, el patrón general de esta cuenta sigue más de cerca la forma de esos ingresos de los empleados.
Los Ingresos Laborales por año hacen referencia a lo que ganan los trabajadores del país a través de los años.
326, 307, 308 de manera correspondiente
Ligeramente a través de los años y es particularmente diferenciada después de la edad 60
Mientras que esa evolución esperada a través del tiempo de ir progresando a través de los años no se observa tan claramente para los ingresos de los auto empleados.
La evolución de las transferencias públicas en educación de entrada, lo que reciben las personas en este rubro muestran una recomposición de las mismas a través del tiempo.
Identificar las brechas que hay a través de estas dimensiones tanto en la producción como en el flujo de transferencias de programas que se relacionan a los cambios de la estructura de edad de la población, Debido al proceso de envejecimiento, en particular en la formación de capital humano como lo son la salud y la educación pública y en los programas de pensiones por vejez por parte del sector público. Así como, la participación en el mercado laboral, los ingresos y los beneficios asociados a los tipos de trabajos de mayor o menor calidad que, en el caso colombiano, se asocian a la informalidad laboral.
Socio estratégico: